Mucho se ha escrito sobre el Comandante Ernesto Che Guevara y seguramente mucho más se escribirá ahora que, cumplidos los treinta años de su muerte, su imagen legendaria preside las incipientes rebeliones de los marginados del 'modelo', los festivales juveniles y hasta las tumultuosas tribunas de las canchas de fútbol.Guevara no ha podido escapar a las distorsiones que el análisis de su vida y de su obra naturalmente provoca por tratarse de una personalidad que está en el centro de las luchas de este siglo. Los adversarios declarados del socialismo falsifican la historia con mayor o menor sutileza y entre los que lo reivindicamos, hay quienes lo hacen a partir de un 'molde' que deja afuera parte de su multifacético pensamiento. Pero lo que resulta paradójico e increíble es la oscuridad en que se han mantenido durante estos treinta años sus reflexiones políticas sobre los movimientos de liberación antimperialistas y la cuestión nacional, y en especial las referidas al país en el que nac