Treinta años después de la irrupción de Nanni Moretti en el panorama cinematográfico italiano, y casi veinte después de darse a conocer en el resto de Europa, ha llegado el momento idóneo para poder mirar la obra de este genial director, actor y productor, punta de lanza del llamado cine de autor continental, con la perspectiva que necesita una filmografía como la suya. Desde sus primeros cortometrajes hasta su última película, y a lo largo de estas tres décadas, Moretti no solamente nos ha contado, desde su particular ironía, la vida de un joven romano en una de las épocas más apasionantes de la historia reciente de su país; el cineasta de Brunico ha sido capaz de hacernos partícipes de los cambios vividos por toda la izquierda italiana y, a través de ellos, nos ha ayudado a comprender las diversas direcciones que, en todo el continente, ha tomado el pensamiento socialista. Desde Io sono un autarchico (1976) en la que el personaje Micheld Apicella se definía ya como alter ego de Moretti, el controvertido protagonista viaja por los diferentes films representando las etapas naturales por las que atraviesa la propia vida política de su padre intelectual: nace como joven miembro de la izquierda extraparlamentaria, milita en el socialismo italiano y vive la caída del muro de Berlín y de la vieja izquierda; incluso se convierte en director de cine de autor o en un sacerdote de vocación débil. Llegada su madurez, y definiéndose a sí mismo como un espléndido cuarentón (ya cincuentón), es un momento inmejorable para tratar de aprehender todas estas vivencias con la calma y lucidez que merecen: esa es precisamente la vocación de este libro, abordar la obra de Moretti como un todo, y ayudar así al disfrute de cada una de las partes que lo componen.