Reúnense aquí artículos publicados a lo largo de casi veinte años. Ellos examinan sobre todo el rumbo religioso de la Iglesia romana, particularmente después del concilio Vaticano II, sus sospechosos empeños ecumenistas, la mistificación doctrinal difundida, exigiendo una obediencia tiránica, por quienes fungen como sus autoridades supuestamente legítimas. Pero tampoco son descuidados en estas páginas los embates contradictorios de un pretendido 'tradicionalismo' que, orientado a enfrentar la mencionada situación religiosa con bases doctrinales endebles, objetivamente contribuye, y con qué fuerza, a la consolidación semántica del enemigo al que, en realidad o en apariencia, pretende oponerse.Por encima de cualquier impulso combatiente, interesa sin embargo la proferición de la Fe, de sus espacios interiores sagrados y bellísimos. Pues desde San Juan Evangelista, para quien por algo la antigua Iglesia reservó el nombre, hoy terriblemente manoseado, de teólogo, esos espacios protegen con su semántica espléndida el cometido de los piadosos y los justos, y por ende también el de quienes, en defensa ahora de nuestros pueblos americanos y nuestra tierra, fustigan a la vez la confusión religiosa y el mundialismo político de un falso imperio que busca sin tregua la extinción definitiva de nuestras naciones.