La expulsión de los moriscos valencianos el 1609 causó una gran impresión en los contemporáneos, que, desde el punto de vista de la sociedad cristiana dominante, no tardarían a redactar escritos apologéticos, como los textos cronísticos que se recogen en esta obra. El primero, de Maximilià Cerdà de Tallada, había restado inédito hasta ahora, y además de su valor historiográfico, tiene el interés de estar escrito en la lengua del país en un momento ya de fuerte castellanización cultural. Los otras textos- entre otros de Antonio del Corral, Vicent Pérez de Culla y Cosimo Gaci- aportan una vasta información tanto sobre los hechos concretos de la expulsión como sobre la visión que de este destierro tenían los sectores afines a la Monarquía hispánica. Se trata, pues, de crónicas “menores” que complementan las grandes obras más conocidas y obran nuevas perspectivas de análisis.