Los tres textos breves de Elorza reunidos en este volumen podrían comentarse, primero, desde una perspectiva temática. Así, un breve viaje en barco se transforma en una lección de vida, un oficinista resume en un instante tumultuoso una especie de vocación abreviada y, al final, una leyenda de ribetes míticos (en un sentido casi griego) aplana la geografía de un país y vincula, quizás, la Isla de Pascua con cierto misterio andino. Pero no es eso, que de todas formas está siempre ahí, lo que define esta literatura, sino algo que atraviesa los tres relatos y los deja del lado más entrañable y arriesgado del oficio: un tono, una respiración, un fraseo que mientras nos obliga a mantener una lectura atenta nos empuja, también, a reconciliarnos con las esquirlas de la imaginación.