Roberto, matemático de mente racional, recibe por azar al ser mordido por un gato un gran don. Una nueva dimensión de sus percepciones, una conexión con los objetos que le transmiten toda la información de su «memoria celular». Su naturaleza le empuja a explorar, a saber y ese vicio por descubrir los límites de su don le hace empezar a colaborar con la policía. Con muchos casos resueltos se ve envuelto en un mundo de maldad, falsedad e injusticias del que acaba profundamente asqueado. Abandonando todo ese mundo, vive aislado y defraudado por un sistema vendido por sucios intereses. Pero su ansia de saber y el reto de un nuevo caso que le presenta Lucía, una policía con la que colaboró en el pasado, le hacen volver a sentir ese pellizco de curiosidad felina y cruzar una línea roja de peligro, muerte y conexiones mentales perversas. Trece asesinatos misteriosos que están sucediendo por todo el mundo, crímenes horribles rodeados de un halo de sacrificio, de ritual arcaico. Sin pistas, sin testigos solo la mente de Roberto entrando en un juego de algo o de alguien que le busca, le acecha, sabe de su don, le muestra su naturaleza y le va atrayendo hacia él... o ella. Un relato de arcanos dioses, de memoria celular y colectiva, de primitivas mitologías, de sangre y roca. Sueños que se crearon hace miles de años, que surgieron de los deseos y miedos de nuestros ancestros y siguen viviendo entre nosotros, pisando nuestra tierra. Siempre estuvieron, de sueños engendrados de sangre y miedo alimentados, eterna llama de pasión humana. Siempre estarán.