La perfección no consiste solamente en el estudio de filosofías. La meta suprema está más allá de conceptos humanos, y las puras intuiciones de seres como Allan Kardec nos permiten contemplarla. Reconocido mundialmente como el codificador de la doctrina espírica, él consagró su vida a dar respuesta a muy serios interrogantes: -¿Cuál es nuestro origen? -¿Provenimos de un Paraíso Perdido? -¿Podemos conocer el pasado remoto sin otro apoyo que el de la videncia? -¿Existen los milagros? -¿Somos capaces de conocer el futuro por anticipado? -¿Siguen vigentes las Verdades de los Evangelios? Una detenida lectura de EL GENESIS. LOS MILAGROS Y LAS PREDICCIONES bastará para comprender a fondo qué es lo que nuestra alma necesita para sentirse feliz, librarse de dudas, y vislumbrar una gloriosa eternidad.