El poemario de Iván Onia contiene 28 poemas -que comparten el mismo título con los de Sharon Olds- que saltan en el tiempo sin un orden lineal, desde el momento del nacimiento, hasta el año de vida, pasando por la concepción o el acto de imaginar a un hipotético hijo. Vida y muerte se dan la mano con un estilo directo y visceral, que no obvia el asombro o el extrañamiento propios a la hora de enfrentarse al acontecimiento orgánico y vertiginoso de la paternidad, al igual que la poeta americana narra de forma cruda la enfermedad y el fallecimiento del padre.