Victor Segalen es uno de los escritores clave de la vanguardia francesa de principios de siglo XX. Vivió en la Polinesia y en China, y a partir de esos viajes escribió crónicas, poemas y novelas que ponen en cuestión la idea convencional de exotismo, donde los nativos siempre juegan un rol pintoresco, para desarrollar un imaginario que será rápidamente retomado por el surrealismo, luego por el nouveau roman, y finalmente en autores contemporáneos como Jean Echenoz, que piensan a la escritura como una experiencia radical de la otredad.Especie de Hamlet chino, El hijo del cielo es la novela del príncipe Guangxu, atrapado entre las murallas y los espectros de la Ciudad Prohibida, en busca siempre de saber qué hay más allá, de 'inspeccionar lo invisible y oír lo inaudito'. La escritura de Segalen se mantiene fresca, ágil, divertida y brillante como un collage: entre falsos edictos imperiales, poemas caídos del pincel del Emperador, decretos de la Emperatriz Viuda y comentarios de un escriba, la novela es una alegoría de la literatura como una forma de entregarse a un mundo maravilloso.'