Pérdida de la salud, despidos de trabajos, relaciones rotas, la muerte de seres queridos…son momentos difíciles y duros que hacen que cualquier persona se tome el tiempo de replantearse su camino. Algunos reconocen que la vida los ha llevado hasta allí por alguna razón y, quizás para muchos, esta sea la única forma de imaginar una vida y un futuro diferente al actual. El hospital lleva al lector por ese tránsito complicado que atraviesa Lucía, una chica a la que le toca vivir en un corto periodo de tiempo experiencias que marcarán su futuro. Aunque muchos dicen que cada quien es dueño de su vida, Lucía se ve varias veces zarandeada y abofeteada por el destino sin poder hacer absolutamente nada. En esta historia la protagonista logra colocarse en los zapatos de otros buscando sanar su alma, dando un mensaje claro de compasión. Pues ella sabía que si quería salir adelante tendría que ser fuerte y resistir esta tormenta de forma estoica. Pero aun así, todas estas desventuras dejarán al lector con un mensaje de esperanza. En la vida también hay experiencias buenas y positivas, solo que muchos deben aprender a valorarlas en su justo momento.