El legado del Nibelungo refleja la vida y obra de un genuino investigador que, por casi seis décadas, ambicionó comprender el enigma más importante de nuestra era: los ovnis. No contento con eso, Altamirano nos dejó mucho más que información, nos heredó una impronta y un legado que lo hacen merecedor del título de uno de los más grandes precursores de la ufología en Chile.