El personaje de 75 años de edad llamado Esperanto, nombre inspirado en el olvidado idioma universal del hombre, pretende como tú, lector, convertirse en el autor de su novela donde se las ingenia para vivir bajo la vigilancia de Control en el edificio 50 piso 40 para jubilados; porque si bien fue voluntariamente engendrado en el año 2030 por sus padres, haciendo el amor en el río Nazas de la vanguardista Ciudad de los Tres Anillos de Palmas, cuando la mayoría de los niños empezaban a ser productos programados para satisfacer las necesidades de la sociedad, su vida también fue determinada por la única posibilidad de trabajo que era la gran maquila de autos voladores en Palmas, y por ello estudió y trabajó como Técnico en Robótica; carrera que le garantizó sobrevivir en un automatismo de vida que propiciaba la masificación de la sociedad, ignorando el implacable y anárquico desarrollo de la inteligencia en manos de contados consorcios, cuyos intereses económicos aceleraban la autodestrucción de la humanidad que supuestamente conquistaría otros planetas, hasta que interviene la Institución Universal de Control; sistema autoritario que no convence al frustrado viejo Esperanto de seguir pintando su famoso Limón Persa que se supone le dará la libertad deseada, y que quizás tú, lector, también esperas con la Cuarta Transformación de México, prometida por el Mesías Tropical al padre izquierdoso de Esperanto en aquel sangriento y fatídico año del 2018.