“El Muro”, una vivencia real; es el grito de un corazón abrumado de dolor por la pérdida del amor de su vida, que cambio permanentemente su existencia hasta hoy. Pasados más de cuarenta años, ese amor no muere ni envejece, no ha cambiado un ápice; quizás se ha hecho más fuerte, imbatible, más tierno, indoblegable. “The Wall”, a real experience; is the cry of a heart overwhelmed by grief over the loss of the love of his life, which permanently change his existence until today. After more than forty years, that love does not die or age, has not changed one iota; perhaps it has become stronger, invincible, more tender; unbending.