El autor utiliza como hilo conductor las caricaturas de la época, se ocupa de un periodo breve, pero clave, de la historia de México: la presidencia de Sebastián Lerdo de Tejada. Durante esa etapa, la prensa - sobre todo la satírica - fue un actor formidable en la política nacional: fue libre, agresiva, combativa y contó con escritores notables y dibujantes de talento extraordinario. Los periódicos satíricos de aquel tiempo, como El Ahuizote, El Padre Cobos o San Baltasar, son un tesoro cultural sorprendente y poco explorado. De la historia de este periodo podemos sacar lecciones importantes sobre las relaciones entre la prensa y el poder en una sociedad que se quiere democrática.