En las ciencias sociales y en la Filosofía es frecuente pensar que, para enfrentar problemas modernos es necesario "volver a los clásicos" para comprender el fenómeno y poder solucionarlo de la mejor manera posible. Sin embargo, tristemente en el cristianismo actual no sucede tal cosa y se prefiere la novedad por sobre la historia, lo moderno por sobre lo ya conocido y examinado.El Pastor y Predicador escocés John Knox (1514-1572) - quien fue uno de los principales promotores de la Reforma Protestante y de la configuración de la Iglesia Presbiteriana y Reformada en dicha nación - manifiesta su Primer toque de trompeta contra el monstruoso gobierno de las mujeres como el llamado a escuchar y acatar la voz de Dios a través de las Sagradas Escrituras, con el fin de juzgar si es correcta o no la constitución de un gobierno femenino por sobre el masculino en las esferas a través de las cuales comúnmente se configura la sociedad (incluyendo la Iglesia), siendo esta obra catalogada de polémica en aquellos tiempos de rígida monarquía, como lo es también en los actuales de democracia progresista.Knox sostiene su obra con sólidos argumentos, demostrando que el gobierno femenino no es lícito a través de una exhaustiva revisión y exégesis bíblica, analizando además documentos jurídicos e históricos. Con todo, el reformador genera una consistente crítica plasmada en cada página sobre las implicancias religiosas, políticas y sociales de aceptar y promover tal gobierno, constituyendo un claro llamado al pueblo de Dios a acatar su Palabra, aplicándola a todas las áreas de sus vidas y a la sociedad civil a reconocer a Cristo como Rey por sobre todo reino y a someterse a lo que todo esto implica, lo que claramente trasciende al tiempo y lugar.