Joseph K, es arrestado sin saber por qué. El arresto, que en un principio tiene el carácter de una broma de mal gusto, se vuelve rápidamente muy seria y K, hipnotizado por el tribunal, que lo ve y lo sigue a todas partes, no puede rechazar un proceso que, mientras más absurdo se torna, más imperiosamente desea K. encontrarle un sentido.