Esta historia es real y me pasó a mí.Soy María, tengo 32 años, y durante mucho tiempo fui víctima de maltrato físico y psicológico. Luego de ir a terapia y de lágrimas desbordadas llegué a la misma conclusión: son muchos los estereotipos o dichos que nos marcan, son muchas las creencias que nos facilitan que nos convirtamos en presa fácil de verdugos que descargan su maldad en nosotras.Este no es el relato del príncipe azul ni la historia de la comedia romántica, son hechos que me llevaron a una pérdida absoluta de mí misma, de mi identidad y hacia un futuro que parecía incierto. Es, también, mi grito de victoria, mi alzamiento tras recorrer las sombras que marcaron mi vida.Lo cuento porque estoy viva.