“El retrato de mi espejo” recoge tres obras en verso con un contenido de distinta naturaleza. “Un ideario imaginario” no es una poética moral, es una reflexión personal de los fundamentos que deberían regir el comportamiento personal ante la vida. “Sospecha, codicia y ambición” es un recorrido dramático de una realidad que pasan la gran mayoría de familias cuando se reúnen a repartir su propio patrimonio hereditario. “Los cajones de mi almario” son varias composiciones (17) desenfadadas, singulares o reflexivas sobre situaciones y circunstancias, y contadas desde otro punto de vista.