Todas las noches, el rey Mariano observaba la Luna. Su sueño era visitarla y conocer a sus nobles habitantes. Estaba dispuesto a dar cualquier cosa, incluso su reino, para que sus deseos se hicieran realidad. Al poco tiempo, sueño se convirtió en una orden real. Una hermosa historia de un castillo y un rey, de un molino y un molinero...