El sacramento de la Unción de los enfermos confiere una gracia especial al cristiano en el momento de la enfermedad grave o de la vejez. Es remedio de vida sobrenatural, y brinda alivio espiritual y corporal, perdonando los pecados, fortaleciendo contra las tentaciones y preparando para el paso a la vida eterna. Mediante este sacramento, la Iglesia entera encomienda a los enfermos al Señor, para que los alivie y los salve.