Desde esta realidad donde campea la violencia y un mundo interior tutelado por la metáfora, Raúl Godínez nos entrega El Sicario y el Poeta. Libro de ámbitos contrarios donde Entre la fuerza bruta y la fuerza moral, ganará quien los políticos decidan. Desde el género de la minificción -con viñetas de un instante, cosmos infinitos en su brevedad-, y a partir de un guiño sugerente, Raúl Godínez invita al lector a completar el cuento. Ser cómplices de un texto que reclama construir la acción, entender el sentido, violentar la distancia entre autor y lector. Así, todos terminamos por ser los constructores de la palabra. Comienza el juego.