Las mujeres se entregan a un mundo que intenta descifrarlas. A veces se muestran orgullosas de su grandeza; en otras ocasiones enfatizan su carácter enigmático al ocultarse o nos ofrecen muestras insospechadas de fuerza, de cansancio, de arrojo, de la imaginación puesta en los sueños por construirse. En estas páginas Francisco Kochen se asume un vagabundo que recorre varios países buscando capturar lo inaprehensible de lo femenino y Lydia Cacho le pone palabras a la experiencia de la mujer, la portadora de la luz de los tiempos.