Realiza aquí el dramaturgo toda una reflexión sobre la violencia y sobre la hipocresía de la política internacional de los poderosos disfrazada con los ropajes de la paz y de la ayuda humanitaria. Retoma también Handke algunos de sus temas recurrentes, como las trampas del lenguaje, el control de las palabras o la apropiaci ón del discurso “legítimo”. También surge una de las preocupaciones esenciales del esc