La escuela produce individuos con ciertas actitudes y disposiciones. Pero esta definición no basta, porque la escuela fabrica sujetos que tienen, más o menos, el dominio de su vida y de su propia educación. Y si tiene esta capacidad, también tiene el poder de destruir los sujetos, de doblegarlos a categorías de juicios que los invalidan. Este libro es el producto de una investigación realizada en el transcur