Les voy a contar una historia. Había una niña, hubo un incendio, y de repente, toda mi familia se sumergió en la oscuridad y el sufrimiento. Las sombras y los problemas me persiguen desde entonces… Ahora nado en las profundas aguas del idilio, y los amoríos dan vueltas y vueltas. Sin embargo, aunque él y yo vivimos en el Edén como el rey y la reina, aún tengo que luchar para que los demonios no me alcancen, porque sé muy bien que, si me atrapan, ellos me ahogarán cruelmente en la penumbra… ¿Y por qué no lo harían? Yo la maté después de todo.