Originario de Afganistán hace dos mil años, el Eneagrama ha sido utilizado por los maestros sufies como trabajo de iniciación de sus discípulos. Ya bastante conocido y adoptado en occidente, el Eneagrama esta siendo el responsable de que un numero cada vez mayor de personas tomen más conciencia de su personalidad. Lo mismo ocurre con las flores del Dr. Bach, que sirven de ayuda en el tratamiento de la personalidad y que tienen como objetivo final la curación del cuerpo físico. Por eso, este genial casamiento entre el Eneagrama y las flores, además de inevitable, puede calificarse de necesario si el objetivo es la curación del organismo dotado de un cuerpo espiritual, un cuerpo mental, emocional y físico. Partiendo de este principio -que la mayor parte de los males que causan sufrimiento a la humanidad tiene su origen en el plano espiritual, y por lo tanto en la personalidad de todos individuos- la autora recurre a estos dos sistemas simples y poderosos, ajustándolos y entrelazándolos a partir de su dilatada experiencia.
"Una forma diferente de evaluar al paciente con esta técnica milenaria del Eneagrama y flores de Bach, entendiendo que que los males que causan sufrimiento al ser humano tiene su origen en el plano espiritual. "