Los reptiles son organismos de suma importancia para el equilibrio de los ecosistemas. Mantienen reguladas las poblaciones de otras especies a través de las cadenas tróficas; por ejemplo, conservan el equilibrio de las poblaciones de animales como moscas, mosquitos y ratas, y a su vez se constituyen en la principal fuente de energía de algunos mamíferos y aves. Por lo anterior se dice que logran mantener el ciclo de energía y nutrientes, tanto en ecosistemas acuáticos como terrestres; también son eficientes dispensadores de semillas. Los reptiles son considerados indicadores de calidad ambiental, debido a la alta sensibilidad que presentan frente a cambios en su medio.