"Durante esos meses se apoderó de mí una angustia delirante. Llegué incluso a preguntarme si sería capaz de seguir viviendo. Todo se me venía abajo: mi autoestima, mi deseo de vivir y de trabajar, mi sensación de ser amado, mi esperanza de curación, mi confianza en Dios..., todo. Allí estaba yo, un escritor sobre la vida espiritual, conocido como alguien que ama a Dios y transmite esperanza a las personas, postrado en el polvo de la desesperación y rodeado de una oscuridad total". Pocas veces l