Un hermoso cuento para aprender el arte de la paciencia y de la contemplación. Un texto poético y sutil acompañado por unas maravillosas ilustraciones con el elegante trazo de Seng Soun Ratavanah.Es el primer día de primavera y Miyuki quiere ver cómo florece el jardín de su abuelo. Pero una de las flores tarda demasiado en abrirse, según Miyuki... Entonces decide salir a buscar el agua más pura para ayudarla a florecer. Miyuki pasa el día corriendo impaciente, en una búsqueda desesperada, y se pierde el espectáculo de la primavera...
"Un cuento infantil japonés muy lindo. Las ilustraciones son exquisitas."
Carolina Campos Ziem Martes 19 de Enero, 2021"Maravilloso, preciosas y mágicas ilustraciones con un mensaje tan necesario para los niños de hoy, aprender a esperar"