No podía morir sin antes escribir sobre el tema del ataque al corazón de los Estados Unidos, el 11 de septiembre del año 2001, era algo que me intranquilizaba ya que la verdadera historia era compleja y peligrosa, cuando un investigador de mi estatura escudriñaba las escenas del acontecimiento, que marcó para siempre el comportamiento de los seres humanos dentro del planeta Tierra. Si encuentra lo que se me reveló; es tiempo de compartirlo con el pueblo, que en definitiva es el que tiene la última palabra en todos los acontecimientos que rigen la humanidad. Esperé años antes de tomar esta indagación, buscando parte de la verdad, cuando las evidencias comenzarán a salir por el desgaste del tiempo y sus protagonistas descansaran en paz. Este libro dejó parte de mis creencias destruidas por ver de frente la maldad y desgracias, que por naturaleza acompañan al ser humano, para mí fue un golpe demoledor despertar de un sueño que jamás pensé podría ocurrir frente a mis ojos.