La configuración de un campo profesional, laboral e institucional específico para la lingüística es una iniciativa relativamente nueva en nuestro país. En este libro, los lingüistas demuestran su papel creativo en los procesos de producción de textos orales y escritos; contribuyen al conocimiento y preservación de las lenguas minorizadas; proponen y desarrollan políticas lingüísticas en el campo de la educación y de los medios de comunicación, e impulsan proyectos de transformación de la enseñanza y el aprendizaje de las lenguas habladas en el país.