Con una propuesta donde la poesía documental y la poesía lírica son llevadas a una zona de permanente tensión, Éxodos, de Jorge Cid, apuesta por hacer del poema una red de sentidos donde la tradición poética y el discurso de los medios sirvan al textil que sostiene su testimonio de la migración y los aspectos más duros presentados por la prensa. En estos poemas la tragedia humanitaria apela al sujeto textual en un trance identitario: se trata de un libro escrito en condició de extranjería y que, desde el extrañamiento vital, se arriesga a articular un lenguaje donde el dolor propio, como un oleaje, resuena ética y poéticamente en el dolor de los otros, que es su rompiente.