Corren los a¤os treinta del pasado siglo, es la noche de San Juan ylos Uce¤a celebran, como ya es tradici¢n, una suntuosa fiesta por elcumplea¤os de don Cosme, el cabeza de familia, en su finca El Espinar. Entre los invitados, adem s de algunos parientes, la flor y la natade la sociedad, y la expectaci¢n es tal que incluso el cronista delperi¢dico provincial se ha desplazado hasta la casa con un reputadofot¢grafo para informar del evento. El gram¢fono, los farolilloschinos, los manteles blancos, los centros de flores, los petis£s y los bombones, el champ n? Todo es perfecto en esta noche inolvidable. Lase¤orita Teresa gasta verde mar, la se¤orita Luisa, estampado deflores. Y la se¤orita Vera, azul, con plumas en los hombros. Desde lacocina, se ven donde los casta¤os el verde mar y las flores, y lasplumas de marab£, y el rosa y el coral?, y con el baile, todos loscolores se confunden en uno y parecen flotar entre los rboles con laligereza del aire...Setenta a¤os despus, El Espinar se havendido y uno de los alba¤iles a cargo de la reforma hace unsorprendente hallazgo en el jard¡n. Un periodista oriundo del pueblose traslada hasta all¡ para investigar el suceso y conforme varecomponiendo la historia de la se¤orita Vera y don Andrs, la deFidela, Dami n, Hctor Latorre, la se¤ora Alicia, Doro, do¤a Remedioso don Gins ?y, sobre todo, la suya propia?, nosotros tambin vamosarmando el puzle de lo que realmente sucedi¢ durante aquella memorable noche de San Juan.Si Invierno, la anterior novela de Elvira Valga¤¢n, era la historia de un pueblo, Fidela es la historia de unafinca, El Espinar, y sus habitantes.