El libro muestra cómo opera y se ejecuta la venta de enormes predios a multinacionales, mediante la fractura constitucional derivada de la entrega irresponsable de tierras a extranjeros; cómo el capital privado se adueña de las fuentes, especialmente en el macizo colombiano, sin que el gobierno tome cartas en el asunto. Evidencia cales son las zonas intervenidas y los grupos a los que adjudican los títulos los funcionarios venales que viven la puerta giratoria de los altos cargos en ministerios públicos a la dirección y asesoría de los corporativos. El resultado es una población rural devastada, empobrecida, sin recursos y sin dolientes, donde la extranjerización de la tierra obedece a la debilidad de la legislación interna y la presión de la apertura económica internacional. Un libro que es un grito desesperado para los gobernantes acaten lo que la Constitución y la ley mandan; defender la soberanía y hacer de Colombia