Las explosiones de Londres de julio de 2005 y otras atrocidades terroristas, del 11 de septiembre a las explosiones de Bombay, han enfatizado el papel crucial que la ciencia forense tiene en la lucha contra el terrorismo y otros crímenes graves. Durante los últimos 100 años, la forma en que se investigan los crímenes ha cambiado en forma radical gracias al desarrollo de la ciencia forense. Comenzando con el principio fundamental de la ciencia forense de que todo contacto deja un rastro, este libro es un estudio apasionante de las técnicas que nos son familiares por incontables juicios, informes de los medios de comunicación masiva, dramas de televisión y reconstrucciones de crímenes. Entre las áreas discutidas están las causas de muerte, la evidencia que conduce a la condena de criminales, cómo se deducen las identidades de las víctimas y el tiempo de la muerte, el papel cada vez más importante de la ciencia forense de computadoras y lo que en realidad pasa en la mente de un criminal.