¿Por qué siempre me dices nada ? La posesión del aire me prometes y me dejas de hinojos sobre el gélido barro. También preciso yo, errante como el humo, del fuego y de su atmósfera, la mano que lo avive y lo repose, lo deje palpitar en sus rescoldos. Siempre me dices nada si me abraso. y si entrego mi voz al confuso ruido, por qué la asfixia el ácido sigilo? ¡Cuánto cuesta construir un hombre! Me dices nada