El Concilio Vaticano II pide la renovación de la reflexión teológico-moral: "Aplíquese un cuidado especial en perfeccionar la teología moral, cuya exposición científica, más nutrida de la doctrina de la Sagrada Escritura, explique la grandeza de la vocación de los fieles en Cristo, y la obligación que tienen de producir su fruto para la vida del mundo en la caridad" (n.16). Hijos en el Hijo pretende ser un tratado de teología moral que da respuesta a la invitación conciliar; quiere ofrecer una reflexión nueva, que imbuida en la cristología del Vaticano II, sea fundamento y justificación de la conducta moral cristiana. El madero que articula sólidamente el todo es, en este caso, la cruz gloriosa de Jesucristo. El Hijo de Dios encarnado, muerto y glorificado revela al Dios trinitario, misterio de amor que desde siempre tiene un designio para el hombre creado y redimido: ser Hijo en el Hijo.