La lucha americana contra el dominio español se produjo en un contexto de crisis externo e interno. Contó a su vez con el apoyo del gobierno inglés y con el descontento popular. Inglaterra nos prestó ayuda intelectual y material. Durante los primeros años de la guerra, lo hizo encubiertamente, pero después nos apoyó notable y francamente. Inglaterra representó el papel de socio capitalista de la independencia. La corriente emancipadora del norte (venezolananeogranadina) recibió sobre todo jefes y oficiales de ejército. La corriente emancipadora del sur (argentinochilena) contó con la colaboración decisiva de los hombres del mar. Sobre el rechazo la dominación colonial, comentaba el mismo virrey Pezuela: “Los blancos son apáticos, la opinión de los cholos e indios especialmente no es favorable al Rey y la de la multitud de esclavos sin excepción está abiertamente decidida por los rebeldes, de cuyas manos esperan la libertad. En toda la costa no hay dos docenas de habitantes fieles al Rey”.