Señala el autor en una nota preliminar: "En el primer poema aludo a Quetzalcoátl, sin nombrarlo en la anécdota de Chi-Chen Itzá. Es a la mitad de este trabajo donde hago recuerdo de dos héroes culturales fruto del trópico: Buda universal, Quetzalcoátl de nuestra América. Los dos poemas son una sola imagen con diferentes luces: juventud y madurez.