Este libro nace en tiempos de encierro, cuarentena por la pandemia, cundo el autor reflexiona y recuerda. Muestra su amplia formación y la intensidad de una vida en la que se fue cruzando con los grandes, aprendiendo de ellos y viviendo el afecto que nace con los otros personajes del arte. Ilustrado con fotos y documentos, entre los cuales se encuentra el retrato que hizo de él el pintor Pepe Balmes, este libro se lee con placer y alegría, deslizándose por los secretos del alma y las deliciosas anécdotas de la vida misma. Graciela Bucci, del Instituto Literario y Cultural Hispánico de California (Westminster), escribe a propósito de la obra: “Sentimos la necesidad de expresar agradecimiento a Elssaca por esta lectura placentera, embriagadora, conducente al ejercicio del pensamiento desde nuestra propia interioridad. Obra ecléctica, honda, desafiante, nutrida por ensayos, poesía e imágenes. Es el logro de un trabajo admirable, con recursos aplicados con verdadero oficio, con destreza, ajenos a la vana afectación.” Por su parte, Fernando Lolas Stepke, destacado académico y escritor chileno, señala: “La pandemia es un pre-texto que ha permitido a Theodoro Elssaca alumbrar estos textos. Pro-vocación que desata y articula e-vocación. Estas son palabras que se relacionan con eso que llamamos vocación, el llamado misterioso a los oficios, la promesa y compromiso de su virtuosa ejecución. Auguro a quienes leerán este libro horas de regocijo, remembranza y agradecimiento al autor.”