¿Genio o impostor? ¿Psicoanalista o gurú? ¿Pensador o ilusionista? Jacques Lacas ha levantado pasiones, adhesiones, rechazos y rupturas. La fascinación que ha ejercido sobre los psicoanalistas de su generación y sobre sus alumnos, la amplitud de su discusión de la herencia freudiana, emprendida bajo la consigna de la "vuelta a Freud"; la seducción del surrealismo y de la "lingüistería" aplicados al psicoanálisis, y el estilo de su práctica, han ocasionado un verdadero incendio ante el cual han reaccionado vivamente los psicoanalistas, ya sea marchando en pos de la aventura que él proponía, ya sea tomando una postura crítica o de rechazo radical. El fenómeno lacaniano ha desgarrado al psicoanálisis en rancia y se ha difundido. La obra escrita de Lacan y la redacción de sus seminarios forman un cuerpo complejo, difícil, enigmático y abundante, cuya influencia, incluso sobre sus más resueltos adversarios, ha sido considerable y ha suscitado numerosos trabajos.