Ante la extraña promesa de experimentar el amor más genuino, el más intenso, el verdadero amor ¿Entregarías tu vida toda, lo que ella fue y lo que en ella aún no tiene lugar? Julio es un joven de clase media en un país cualquiera. Se levanta temprano y va a trabajar, como todos. Se relaciona con su familia lo menos que puede, igual que todos. Busca en las mujeres que conoce un consuelo único e imperecedero, el amor y el sexo con todas sus excentricidades. Hasta que un día no puede más, se detiene y piensa en lo que ha sucedido hasta ahora. Ninguna de las cosas que ha hecho importan en verdad, va dando vueltas con el mismo objetivo, obteniendo el mismo resultado. Julio se arma de valor, hará lo único que puede hacer, lo único que sabe hacer, regalar su corazón. Pero no a cualquier persona, no, esta persona es muy especial, es hermosa, es talentosa, ha soñado noche tras noche con ella, y claro, ella no le conoce. La situación no sale como lo había planeado. El mundo se torna más oscuro, más hostil. Y quien lo fuera a decir, es justo en ese momento cuando conoce el verdadero amor, la conoce a Ella. La esencia de todas las cosas se desvanece. Su vida misma comienza a importarle menos. La forma en la que Ella habla, las cosas que dice, su belleza divina. Todo parece tan irreal que el impacto de su cotidianeidad se tiñe de locura. Julio ya no pretende simular más. Ama, vive y muere por Ella, sólo eso importa. De esa manera las puertas del cielo se le abren de par en par y puede ir reconociendo las verdades más sencillas, las más valiosas. Pero hay un problema, su cuerpo. Un cuerpo que resiente el peso de la verdad, de esas nuevas percepciones, de las emociones todas. Es ésta una historia de amor, como todas, con aventuras extraordinarias, como casi todas. Al final la experiencia será lo trascendental, cual perfume celestial, quedará flotando encima de nosotros, para reconocerle, para amarle, para morir por Ella. Jazmín y Alcanfor, dos esencias que reviven las relaciones todas que hemos tenido, entre nosotros y con otros seres. Ahora que sopesaron la pregunta del inicio. Es su turno de responder.