Laura acaba de tener un hermanito, Jorge. Lleva mucho tiempo queriendo tener un hermano, pero ahora que ha llegado se da cuenta de que no es tan divertido como ella creía. Pero, de pronto, cuando Jorge todavía tiene cuatro semanas, Laura descubre que su hermano ¡sabe hablar! Jorge ruega a su hermana que no se lo diga a nadie. Sus padres no están preparados para oír esa noticia. Jorge no sólo sabe hablar, también sabe leer y multiplicar... Va haciendo revelaciones a sus padres poco a poco, para que se den cuenta de que él no es un bebé corriente. Hasta que el día que cumple un año se reúne toda la familia. Ese día, Jorge da un discurso digno de un adulto. Todos se quedan boquiabiertos. Jorge decide, ese mismo día, lo que hará de mayor: él no quiere ser juez o neurocirujano, aunque podría hacerlo, sino que él escribirá historias divertidas para niños.