Esta es la meta del juego de la vida. La mayoría de la gente piensa que la vida es una lucha, pero no es así, es un juego. No obstante, es un juego que no podemos jugar con éxito si no conocemos la Ley espiritual, y las reglas del juego se encuentran expresadas, con una claridad maravillosa, en el Antiguo y en el Nuevo Testamentos. Jesús nos enseñó que es un grandioso juego de dar y recibir. Pues, todo lo que la mujer siembre, eso también segará. Esto quiere decir que, cualquier cosa que la mujer envíe al mundo en forma de palabra o acción, regresará a ella; lo que envíe es lo que recibirá. Si envía odio, recibirá odio; si envía amor, recibirá amor; si envía crítica, recibirá crítica; si miente, le mentirán; si engaña, la engañarán. También se nos enseña que la capacidad para imaginar desempeña un papel muy importante en el Juego de lo vida.