En un sector conocido por su volatilidad y breves periodos de atención, Nintendo se volvió un icono de los videojuegos gracias a un séquito de seguidores e inversionistas fanáticos por igual de Mario y Zelda, como de su línea de productos de Pokémon y también de su hardware, compuesto de revolucionarias consolas como Game Boy, Super Nintendo Entertainment System, DS y Wii. Jugar para ganar condensa toda la información relacionada con los cambios internos de Nintendo y respecto de sus competidores principales, cuando se enfrentó a una crisis existencial en liderazgo y productos. Con la entrada de esos gigantes al dojo de los videojuegos, Hiroshi Yamauchi hubo de tomar grandes decisiones que rompieron tradiciones, pero, como correspondía a una empresa de naipes, ganó con la mejor mano. Jugar para ganar narra el surgimiento, caída y resurgimiento de Nintendo, y demuestra claramente cómo los valores, normas, actitudes, creencias, hábitos y capacidades pasados y presentes constituyen el verdadero Yamato damashii cuando de negocios se trata.