Alina vivía en la montaña más pequeña y a pesar de tener su casita y ser una bruja con toda la pata, tenía un problema: no podía aterrizar con su escoba voladora y cada día se estrellaba contra un árbol. Dispuesta a no perder más escobas, Alina toma una decisión que estremecerá la montaña entera: cortar todos los árboles. Gracias al llamado desesperado de la selva, las demás brujas amigas de Alina, llegarán a tiempo para evitar el desastre e impartir clases de vuelo. Cuento lleno de ironía y valores a compartir en familia.