¿Qué lugar corresponde a José Miguel Varas en las letras chilenas a la altura del cruce de dos siglos? Si uno se limita a sus cuentos, foco único de esta antología, la respuesta no es difícil: Varas continúa y realza una tradición cuentística que habitualmente se hace empezar a comienzos del siglo XX, con Baldomero Lillo y con Federico Gana. La rama propiamente realista, que también representan González Vera y Manuel Rojas. Pero, por circunstancias cronológicas, al autor le ha tocado también conocer la renovación de la narrativa hispanoamericana. El lenguaje, el sentido de la forma y la estructura, se afinan, se multiplican y liberan, adquiriendo esa mayor complejidad estética característica del arte contemporáneo