Concepción, Schwager, Santiago, Chacabuco, Valparaíso, Londres, Cardiff y París. No una, si no mil veces. No las luces, si no las sombras, las humedades, los desarraigos, las soledades. Las mujeres son tablones a la deriva en un mar encabritado a las que se aferra Federico Cristal. Las tempestades son avalanchas de utopías desechas, traiciones, absurdos y desgarros.