Durante las primeras semanas de la pandemia, en los medios de comunicación y en las redes sociales empezaron a surgir los anuncios. “Esta es una oportunidad para conocerte”, algunos sostuvieron, o, “para entrenar más”, “cocinar mejor”, “aprender algo nuevo”. Nuestros propios colegas abogaron por abrir librerías durante la cuarentena porque era el momento ideal para leer con todo ese tiempo libre. Leímos estos mensajes casi siempre al final del día cuando sentíamos que habíamos fracasado en todo lo que nos importaba a nosotras: el trabajo, la crianza, el activismo, el apoyo a nuestras comunidades y familias.