La economía que debiera ser considerada la base de la administración de la Tierra y de sus riquezas, suele ser usada como una cortina de humo, tras la que se esconden intereses particulares que sólo pretenden una influencia y riqueza personal rápida y que beneficia exclusivamente a los que se arropan con principios teóri cos más que discutibles.En este libro se da un repaso a las acciones que, apoyadas en